Siempre he creído que las personas que dedican su vida a cuidar de los demás son verdaderos héroes de nuestra sociedad. Su labor va más allá de lo que vemos a simple vista; es un acto de amor, compasión y entrega que transforma vidas, creando un impacto duradero.
Es suficiente con imaginar a una enfermera que, con una simple sonrisa y dedicando palabras amables, alivia el dolor de un paciente. O a un cuidador que, con paciencia infinita, acompaña a una persona mayor en su día a día, brindándole no solo la asistencia que pueda necesitar, sino también compañía y afecto.
El trabajo de estas personas no siempre es fácil. Enfrentan numerosos desafíos emocionales y físicos, y a menudo deben poner las necesidades de los demás por encima de las suyas propias. Sé que, a pesar de los retos del día a día, muchos encuentran en su labor una fuente de satisfacción y propósito que les impulsa a seguir adelante, incluso en los momentos más difíciles.
Entregarse a cuidar es una vocación que requiere un corazón generoso y una mente abierta. Nos recuerda la importancia de la humanidad y la conexión entre las personas. Aquellos que eligen cuidar, ya sea profesionalmente o por circunstancias de la vida, nos muestran la gran lección que se esconde en el servicio y el amor hacia los demás.
A todas las personas cuya vida está dedicada a servir a la sociedad, les digo cada día, desde lo más profundo de mi corazón: GRACIAS.
Siento un agradecimiento pleno por vuestra dedicación, sacrificio y amor incondicional. Sois la luz que ilumina el camino de muchos y el ejemplo de lo que significa ser verdaderamente humano...
Por eso mi sueño es ayudar a quienes ayudan. Regalarles ese mismo servicio de amor incondicional a estos héroes anónimos. Ayudarles con herramientas que les permitan gestionar mejor sus emociones, su fatiga, las circunstancias familiares y laborales. Apoyarles en su incansable labor de contribución a sostener a los más necesitados, débiles o indefensos.
Compartir con ellos herramientas sencillas que les ayuden a construir una sólida fortaleza interior y una empatía que les permita conectar profundamente con aquellos a quienes cuidan, sin que su sensibilidad les sobrecargue física y emocionalmente.
Por ello, ALTERALMA nace como un proyecto sin ánimo de lucro, pero con la ambición de ser sostenible, de modo que podamos ofrecer gratuitamente toda nuestra formación a las personas que dedican su vida a servir, cuidar, proteger, y salvar a los demás.
Tengo confianza plena en que, juntos, lo conseguiremos...